domingo, 22 de junio de 2014

Trilogía del Cornetto I: Zombies Party



En esta nueva entrada voy a comentar la película “Zombies Party”. Se trata de la primera película de la llamada “Trilogía del Cornetto”, una broma que surgió en una entrevista de Edgar Wright y se ha extendido hasta la creación de tres películas, las cuales tienen en común muchas cosas pero, lo más característico, que siempre aparece el típico helado “Cornetto”.

Esta película es la primera de esta característica trilogía que mezcla el terror y la comedia en todas ellas. En esta cinta el nombre que se ha utilizado en España es “Zombies Party”, sin embargo el nombre original es “Shaun of the Dead”. Para poner otro título en inglés podrían haberlo dejado tal cual, pero bueno.

Se consigue lo que se pretende, hacer disfrutar al espectador con la unión de escenas absurdas, atrevidas y diferentes. La mezcla comedia-terror es perfecta, y los guiños a otras películas son muy notorios. Edgar Wright nos muestra su brillante cabeza para dirigir esta película, al igual que su atrevimiento para creer en este cine diferente que no se había visto hasta ahora.

Para hacernos una idea, es como si cogieras Scary Movie y lo mezclaras con The Walking Dead. Eso sí, sin el humor barato que caracteriza a la saga de Scary Movie.

El director, Edgar Wright, convierte un guion genial en una película brillante. Su trabajo es muy bueno y lo convierte en un referente, eso sí, solamente en este tipo de cine que lo clava en sus últimas cuatro películas. Veremos cómo serán sus próximos proyectos, espero que evolucione para bien y pueda dirigir gran cantidad de géneros.

El actor principal es Simon Pegg, que además también contribuye en el guion. Su interpretación es brillante, puede hacerte pasar de una gran carcajada a una gran tensión interior por ver cómo puede salvar las diferentes situaciones que vive a lo largo de la película. Y aunque es el principal y el que lleva el peso de la película, también está Nick Frost que borda su papel del tonto típico del cine. Sin duda es el que más humor aporta gracias a sus diálogos y a sus expresiones, lo mejor de la película.

Hay varias escenas que pasarán a la historia. Empezando por el lanzamiento de vinilos para intentar matar a unos zombis junto con la escena con la canción de Queen “Don’t stop me now”. Rozando la perfección con esta escena.

Juntando todas estas características solo se puede obtener una muy buena película. Y aunque predomine la comedia y el terror, también nos encontramos ante escenas sensibles para determinadas personas llegando hasta el extremo un poco gore. Bien es cierto que se ve que no son reales las escenas, pero aun así podrían herir la sensibilidad de algunos.

Por último me gustaría destacar la parte de tensión. La película no es predecible, por tanto nunca vas a saber qué va a ocurrir ni porqué, también debido al terror absurdo que caracteriza a Edgar Wright viendo su trayectoria. Por esto mismo siempre estás en tensión de qué va a ocurrir o qué puede ocurrir, lo cual considero que es muy difícil de hacer viendo que gran cantidad de películas son extremadamente previsibles.


Mi nota: Un 8.5. Muy buena película, pero tal vez se quede un poco corta en cuanto a duración ya que hay cosas que podrían haberse explicado, pero esto ya es ponerse exigentes ya que el director no pretende que lo entendamos.




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